Es la ciudad más visitada de Bélgica y Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000. La magia de Brujas, con su atmósfera medieval casi intacta, te envuelve casi desde antes de llegar a la ciudad, situada a 90 kilómetros de Bruselas y con 117.000 habitantes.
(Derechos de imagen: National Geographic)
Brujas es chocolate, calles medievales y belleza en sus calles. No deben faltar en tu visita el Minnewater o lago de los enamorados, en cuyos alrededores se convocan conciertos en verano. Acércate también a Sint-Janshospital, , el hospital más antiguo de Europa, datado en el siglo XIII y a Begijnhof. Se trata de un conjunto de casas rodeadas de jardín, los beaterios, que en la Edad Media acogían mujeres viudas y huérfanas. Es una ciudad en miniatura creada en 1245 por la condesa de Flandes, Margarita de Constantinopla y que hoy día sirve como alojamiento para estudiantes y una pequeña comunidad de monjas benedictinas.
Tres torres del siglo XIII adornan el cielo de Brujas y son las que corresponden a la iglesia de Nuestra Señora de Brujas (la más alta), a la catedral de San Salvador, y al Belfort, la torre del campanario, que durante la Edad Media simbolizaba el poder económico de Brujas y que preside la Plaza Markt. Sube al campanario Belfort, que con sus 42 campanas avisaba antaño de incendios y toques de queda y desde donde se obtiene una magnífica panorámica de la ciudad y sus canales; con suerte si el día está despejado, podrás hasta ver el mar.
En la plaza Markt encontrarás además deliciosas chocolaterías que aún trabajan de forma artesanal y terrazas donde poder saborearlo y, en las calles cercanas, muestras de la exhibición de la Trienal de Arte y Arquitectura Contemporánea, abierta hasta el 18 de octubre.
Viaja a Bélgica, a la tierra de Flandes, a la magia de Brujas …