Oculta bajo las aguas desde que se construyó una presa en 1966 para crear el embalse de Nezahualcoyotl en el mexicano estado de Chiapas, el templo de Santiago, también llamado Templo de Quechula, es una iglesia que reaparece en épocas de sequía.
Este año en la segunda vez que lo hace a lo largo de su retiro bajo las aguas: la iglesia que reaparece ya lo hizo en otra temporada de mucha sequía, cuando las aguas del embalse descendieron drásticamente. Ahora, los pescadores del lugar acercan a turistas y visitantes hasta esta iglesia datada en XVI, y que fue abandonada posteriormente por las grandes plagas ocurridas en los años 1773 al 1776.
Las ruinas, de dieciséis metros de altura, emergen de nuevo para que podamos admirar esta obra arquitectónica, que conforma una estampa un tanto abismal, que nos retrotrae a otras épocas. A la iglesia que reaparece le acompañan bajo las aguas los restos de la ciudad de Quechula, nacida en los aledaños de una importante carretera realizada por los conquistadores. De lo que se pensó que sería un gran centro de población, ahora solo quedan recuerdos sumergidos; excepto eso sí por el Templo de Santiago, la iglesia que reaparece para recordarnos que hace 400 años ella ya estaba allí.
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