A Lviv se la conoce también como Lemberg, Leopolis, Lvov, Leopoli, la ciudad delLeón … muchos nombres para una ciudad para muchos aún desconocida y es una pena, porque esta urbe tiene un sabor especial que la convierte en una pequeña París o Praga. De hecho es la ciudad más europea de Ucrania y eso se nota en sus gentes y en sus calles. Con una importante comunidad universitaria, Lviv es una ciudad muy viva y vibrante, como ya lo era en otras épocas: ha pertenecido a 5 reinos (Galician, Galcian – Volynske, Polaco, Imperio Austriaco, USSR y ahora parte de la Ucrania independiente) y su lema siempre ha sido “abierta al mundo, amable con la gente“.
Lviv es una ciudad que la visites en la estación que la visites, siempre tiene algo diferente que ofrecer: una Navidad de ensueño, un otoño fantástico en los Cárpatos (están a tan solo 100 kilómetros de Lviv), una primavera llena de actos culturales para celebrar el aniversario de la ciudad, un verano repleto de festivales de música, sobre todo clásica o jazz (con el de Stryiskyi Park a la cabeza) … Pero Lviv es más: es cafés con encanto, es ferias de queso y chocolate, es músicos callejeros …
Antaño Lviv era considerada la puerta de Europa, y allí se congregaban gentes de las más variadas nacionalidades, además seguro que no conoces algunas curiosidades como que en Lviv fue inventada la primera lámpara de queroseno, allá en 1853. O que la primera cafetería de Europa, abierta en Viena, fue de la mano de Yuriy-Franz Kulchytskiy, originario de Lviv. O que Bandinelli, un italiano llegado a Lviv, fue quien abrió la primera oficina de correos europea en 1629.
Lviv es tan diferente que hasta tiene una estatua de la Libertad sentada, como queriendo tomar un respiro después de tanto trabajo, en la azotea del museo de arte popular.
Conoce Lviv, la joya ucraniana.