Dubai es uno de esos destinos de los que, a priori y desde casa, se tiene una idea muy dispar. Me he encontrado con gente que le encantaría la idea de viajar allí, y otros que no ven en absoluto ninguna motivación para desplazarse a un lugar que consideran muy artificial, y un simple mercado de compras. Pero no es así, Dubai es mucho más. Mi propia idea del destino era muy difusa hasta que lo visité. Ahora puedo decir que aunque entre en una categoría muy especial de turismo, merece la pena ir, porque podéis quedar -como poco- muy sorprendidos. Dar un paseo por Dubai, ver la panorámica de sus modernas construcciones, producen en cierta forma la sensación de haber caído de repente en un universo extraño, singular, llamativo y absolutamente futurista. Puede que seas uno de esos viajeros que se decantan más por monumentos con historia y mucho legado a sus espaldas, pero puedo asegurar que aún compartiendo ese punto de vista, Dubai no me dejó en ningún momento indiferente.
Las vistas desde la torre Burj al-Khalifa son impresionantes también, y ya por la noche, las fuentes danzarinas situadas cerca del Dubai Mall, te ofrecerán un singular espectáculo, en el que el agua y la música se aúnan en una armonía sin igual. Es, además, un marco encantador para una tranquila cena en uno de los muchos restaurantes situados alrededor.
¿No os parece suficiente motivación para hacer el viaje? No os preocupéis, hay más. Descubriréis que podéis dar la espalda a todo el armazón moderno de Dubai para encontraros con la aventura del desierto, montados den 4×4 y terminando con una cena en un campamento, con el cielo y las estrellas como marco. O bien, como novedad este año, podéis disfrutar del safari Hatta, que se realiza durante el día en la zona de la frontera con Omán, donde además de disfrutar de la arena, podréis también disfrutar de sus aguas y fuentes termales.
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Los Emiratos Árabes están formados por siete emiratos de los cuales Dubai, es el principal. El resto son : Abu Dabi, Sharja, Ajman, Fuyaira, Ras al-Jaima, y Um al-Qaywayn. Podéis aprovechar vuestro viaje a Dubai para conocer prácticamente todos ellos. Abu Dabi es, sin duda, de visita imprescindible. Su mezquita es una de las más bellas que he tenido la ocasión de contemplar. Es, sencillamente, una maravilla que no te dejará indiferente.
También podéis hacer excursiones de ida y vuelta el mismo día a los emiratos de Sharja y Ajman, o conocer el desierto de Ras al-Jaima. Las posibilidades son múltiples. Dubai puede ser una escapada por sí solo, puede ser un viaje muy completo si lo combináis con otros emiratos, o puede formar parte también de una ruta inolvidable si lo aunáis a otros países como Jordania o Egipto.
¿Aún te sigues resistiendo a Dubai?
Quizás estas imágenes terminen de convencerte. Si lo hacen, no dejes de visitar nuestros itinerarios, aquí.
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