Es el primer museo submarino de Europa; hablamos del jardín submarino de Lanzarote que nace con un doble objetivo: añadir una atracción turística más a la isla e incrementar la biomasa marina.
El proyecto engloba seis zonas, todas con esculturas del artista británico De Caires y que quieren ayudar a que reflexionemos ante situaciones como la grave situación de los refugiados o la fuerte dependencia ante las nuevas tecnologías que vivimos hoy en día. Las obras de De Caires se sitúan en un área de 2.500 metros cuadrados y preve incluir un total de 400 estatuas a finales de 2017:
- El Rubicón, con 35 esculturas y donde los modelos han sido los propios habitantes de Lanzarote.
- La balsa de Lampedusa, “dedicada” a los refugiados y a su situación de aislamiento, con una escultura en forma de patera, la forma habitual de arribo a las costas de la isla.
- Los Jolateros, que aspira a Bien de Interés Cultural.
- Contenido, con una escultura dedicada a los selfies.
- Las esculturas híbridas, con obras que integran naturaleza y humanidad.
- Los fotógrafos, también dirigidas a las nuevas tecnologías.
No es la primera vez que De Caires lleva a cabo esta iniciativa: la idea partió en la pequeña isla de Grenada, continuó a Canterbury y México, donde “ha plantado” más de 500 estatuas en el fondo marino de Cancún, Isla Mujeres y Punta Nizuc. El proceso para la creación de estos jardines o museos submarinos consiste en, una vez finalizadas las obras, someterlas a un lavado especial y sumergirlas a una profundidad de entre 12 y 15 metros, lo que hace posible que puedan ser admirada por submarinistas de todos los niveles. Se calcula que las estatuas pueden resistir hasta 300 años bajo el agua del mar.
El jardín submarino de Lanzarote es una iniciativa cultural y deportiva que se suma a la oferta de ocio ya existente en la isla, ya que te permite admirar estas obras mientras buceas y que por otra parte contribuye a la preservación de los océanos. Por ahora las primeras estatuas se han sumergido en Playa Blanca, y podrán ser admiradas a partir del mes de marzo.
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Tiene que ser impresionante bucear entre esas esculturas. Me lo apunto para mi próxima visita