La capital italiana es especial y única por un sinfín de razones. Su nombre evoca la historia de buena parte de Europa, recuerda la dolce vita, el glamour, el tráfico caótico que solo un verdadero Fitipaldi puede soportar; nos trae a la memoria un legado monumental impresionante y, en él, las fuentes de Roma.
Quizás no lo sepas, pero dicen que Roma es la ciudad con más fuentes del mundo. Algo de cierto ha de tener esta afirmación, si tenemos en cuenta que ya en la época del Imperio Romano, aproximadamente en el año 98 D.C., la ciudad poseía un total de nueve acueductos que proveían de agua a 39 fuentes y a 591 lavabos públicos, además de los que se encontraban en las villas de los más pudientes y en las mansiones imperiales.
Hoy día, están catalogadas 50 fuentes monumental y cientos de fuentes de menor tamaño, llegando a ser contabilizadas un total de 2.000 fuentes. Una cifra nada desdeñable, ¿verdad?
¿Hacemos un recorrido por las más representativas fuentes de Roma?
La fontana di Trevi
La más famosa entre las famosas, esta fuente barroca es una visita imprescindible en Roma. Si bien se pensó en el maestro Bernini para su diseño, la autoría de esta bellísima fuente, que se tardó en construir 30 años, es de Nicolás Salvi. Ya sabes lo que manda la tradición: después de admirarla (procura ir a primera hora de la mañana), vuélvete de espaldas y tira una moneda: tendrás garantizado tu retorno a la ciudad.
Fuente del Tritón
Esta sí es una de las fuentes de Roma realizada por el máximo exponente del barroco italiano, Gian Lorenzo Bernini. Situada en la céntrica Plaza Barberini (cerca de la entrada al palacio homónimo y que hoy día alberga la Galería de Arte), fue un encargo del Papa Urbano VIII. Te llamará la atención el poderoso Tritón, que le da nombre a la fuente y las abejas, símbolo de la noble familia Barberini.
La Barcaccia
(Derechos de imagen: lastsec)
Otra de las más famosas fuentes de Roma, tanto por su belleza como por estar situada a los pies de la escalinata de Plaza de España, lugar de encuentro de lugareños y turistas y escenario de películas y desfiles de moda. Su nombre se debe a su apariencia, que recuerda a una barcaza, quizás rememorando una de las barcazas que usualmente llegaban hasta la plaza con la crecida del río. Se terminó de construir en el año 1627, realizada por Pietro Bernini bajo encargo del Papa Urbano VIII.
Fuente del Panteón
Muy céntrica, situada en la Plaza de la Rotonda, donde hasta el año 1847 se situaba un mercado de pescado; era habitual que los vendedores sumergieran el pescado en la fuente para mantener la mercancía limpia y fresca. Llama la atención en ella el obelisco egipcio perteneciente a la época de Ramsés II. Frente a la fuente se sitúa el Panteón, el templo pagado mejor conservado de los pertenecientes a la época romana.
Fuente de los 4 ríos
Otras de las fuentes de Roma más conocidas; se encuentra en Piazza Navona y es un monumento barroco obra de Gian Lorenzo Bernini. Además de la belleza de la fuente en sí, llama la atención en la composición el obelisco egipcio y las esculturas con forma de animales: un caballo, serpientes (de tierra y mar), un delfín, un león, un dragón y un armadillo.
Fuente de las Náyades
Situada en la Piazza della Repubblica fue una fuente un tanto polémica por la inclusión de ninfas desnudas y en posturas con carga sensual. Está frente el antiguo emplazamiento de las termas de Diocleciano, donde ahora encontramos la Basílica de Santa María de los Ángeles y los Mártires.
I nasoni
Los romanos llaman así a las numerosas fuentes públicas de Roma en las que beber agua potable gratis (algo a tener en cuenta ya que el precio de una botella de agua en Roma triplica a veces el precio de cualquier otro país). Su nombre deriva de la apariencia de estas fuentes, que recuerdan a la típica forma de una nariz “prominente”.
Alguien dijo que las fuentes eran razón suficiente para un viaje a Roma y creemos que estaba en lo cierto … Arrivederci Roma!