La “Ciudad de la Luz” es un destino turístico indiscutible y, por muchas veces que se visite, siempre tiene algo más que ofrecer, una zona que descubrir o un nuevo bistrot en el que relajarse. Hoy os hablamos de ese París “picante”, ideal para hacer una ruta turística diferente si ya conoces la capital francesa.
La primera parada es el famoso Moulin Rouge: abierto en el año 1889 en el Bouvelard de Clichy, aún sigue recibiendo cada día turistas dispuestos a pagar los 190€ que cuesta el show de cabaret con cena incluida. Pero hay otra zona donde conocer el París más picante y es en el rebautizado barrio de SoPi (South Pigalle).
Allí se encontraba una de las más famosos “casas del placer” de inicios del siglo XX, ahora reabierto como hotel boutique con encanto: el lujo y el romanticismo son los principales protagonistas de Maison Souquet, catalogado como cinco estrellas. Su fachada, con dos luces rojas en la puerta, anuncia poco sobre lo que nos encontramos en el interior: apenas 20 habitaciones hábilmente decoradas para transportarnos a otra época y disfrutar en todos los sentidos.
El hotel debe su nombre a la madame que, entre los años 1904 y 1907, regentó el burdel; los actuales propietarios, Sylviane Sanz y Yoni Aidan quisieron homenajearla manteniendo su apellido. Ellos encargaron el proyecto de interiorismo a Jacques García, que ha hecho del hotel un lugar si no para alojarse, sí para visitar: miles de metros de seda, terciopelo, porcelanas y mosaicos de oro decoran el espacio a todo lujo. Todos los muebles son además originales, creados entre los años 1895 y 1907, así como los objetos expuestos en las habitaciones y espacios comunes.
El hotel Maison Souquet de París cuenta además con una peculiar biblioteca, donde encontrarás libros antiguos que nos hablan de amor y sensualidad, además de un mueble (boiserie) salpicado de rostros masculinos sonrientes que dirigen su mirada hacia la araña central, decorada por varias decenas de “delanteras” femeninas.
Pero no queda aquí la cosa: los dueños han querido dotar a este hotel de París de la máxima atmósfera de sensualidad, así que las habitaciones llevan el nombre de las antiguas cortesanas que cumplían en la antigua Maison Souquet con sus “quehaceres”: La Belle Otéro, la Castiglione, La Paiva, cuyas puertas de entrada están decoradas con plumas o brocados. En el baño, las amenities de Hermés te esperan y, una concesión a los húespedes: bajo demanda, puedes solicitar que cierren el SPA solo para ti y tu acompañante durante dos horas, para disfrutar en la intimidad de los baños y de su bóveda pintada con estrellas.
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(Todas las imágenes pertenecen a Maison Souquet)